Ya está disponible en Kindle y en papel para el deleite de aquellos que seimpre desean sentir más. Desde El Colchón no es para dormir hasta Gengis y Gokhan, profesión placer, Katiushka tiene la habilidad de dejarte allí, suspirando, con ganas de más.
“Secretos de Seducción es un libro erótico escrito por una mujer… ella es de la estirpe de los más atrevidos… en beneficio del lector que quiere emociones más fuertes”. (Rubén Monasterios)
Este es un libro excitante… consagrado al divino arte de la seducción, donde el erotismo baña con su luz sobrenatural toda la escritura, desde la primera hasta la última frase… Ser “escritor erótico” como lo es Katiushka Borges, significa percibir el mundo desde un “ángulo directo“, así, por ejemplo, al encontrarse con una ventana entreabierta en el discurrir de su paseo vespertino por una calle sombría, el erotófilo no piensa en robarse un candelabro de plata que yace ahí en la habitación, casi puesto a su alcance, sino en la posibilidad de ver, a medias velada por la cortina de tul y en la penumbra del recinto, a una hermosa mujer entregada al sacrosanto ritual de su desnudamiento.
Además, Katiushka demuestra, especialmente en sus relatos que no pertenece a la clase de autores eróticos púdicos, o que acompañan a sus amantes protagónicos de la historia hasta la alcoba, en razón de la cual dejan “lo demás” a la imaginación del lector, ella es de la estirpe de los más atrevidos, de aquellos que los siguen al interior y se quedan allí, observando, o mejor: atisbando, en beneficio del lector que quiere emociones más fuertes. Su experiencia en la realización de videos experimentales se refleja en esta escritura; su ojo es la cámara que copia los acontecimientos íntimos; aquí nos dejará una toma panorámica que da una visión de conjunto de la situación; allá hace un paneo, en el momento preciso, un close-up. Yo diría que en este sentido su escritura es objetiva, en lugar de subjetiva; más interesada en la acción sustantiva o física que en la dimensión psíquica de los personajes.
Lejos está de ser eufemística la escritura de Katiushka, pero tampoco es gruesa, no hay en ella ni una sola de esas palabras que suenan desagradables a los espíritus más delicados, y esa escritura se mantiene en un amable tono coloquial , sin evitar el uso de las onomatopeyas para dar una sensación más vívida de los acontecimientos. Encuentro en su lenguaje una poética de la cotidianidad.
Finalmente, otro aspecto que percibo excitante, desde un punto de vista heterosexual masculino, Secretos de Seducción es un libro erótico escrito por una mujer. En consecuencia, la turbación debida a la lectura se potencia al saber qué hay detrás de esa escritura está la autora experimentando las sensaciones descritas; ella, en la soledad propia del escritor, al forjar esas frases, quizá a partir de la evocación de situaciones realmente vividas, sintió el erizarse de la piel, la tensión, el calor y la humedad, todo eso que hace a la mujer apretar con fuerza sus muslos, cuando en realidad prefiere abrirlos…Nadie puede escribir una obra erótica “en frío”, se hace bajo la influencia de la pasión; es un impromptu: un acto más emotivo que estrictamente racional.
Rubén Monasterios.